Última actualización el 17 de junio de 2024
Lanzarote, 10/05/20- La Cámara de Comercio publica su visión sobre los objetivos de futuro para Lanzarote. Está elaborada a partir de un planteamiento anterior, realizado en 2019, donde se reflejaba quiénes somos y hacia dónde deberíamos ir para garantizar el porvenir de la isla. La actual propuesta, muy similar a la anterior, detalla unos propósitos que completan aquella hoja de ruta e incorpora nuevos elementos. En ella se definen tres ejes nucleares para la diversificación económica: la economía azul, la verde y la naranja (Cultura).
Estos tres ejes nucleares, donde el Turismo se plantea como una economía transversal, contemplan nuestra identidad cultural, nuestra trayectoria en sostenibilidad y todo nuestro potencial. Así, el Turismo sigue siendo una fuente esencial para la Economía, pero nutrida de otras actividades originales propias de Lanzarote que generan recursos y a las que alimenta.
El futuro de Lanzarote pasa por la implicación de las empresas en los ODS
Además del planteamiento económico para la citada diversificación, la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Navegación, apunta en esta propuesta hacia las empresas, un pilar fundamental de la estrategia para lograr esa visión. La implicación de las empresas y su transformación hacia un modelo en armonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, permitirán configurar un tejido empresarial sólido y acorde con el nuevo mundo. Una realidad que deberá estar protagonizada por las acciones sostenibles, donde el cambio climático, las energías renovables en favor de una soberanía energética, la economía circular o el impulso hacia una agricultura ecológica con productos de kilómetro cero, son irrenunciables.
El equilibrio poblacional es clave para el devenir de la isla
El desafío cobra especial importancia en el logro del equilibrio poblacional, tanto de los visitantes que llegan por los diferentes medios, como del porcentaje de habitantes. El presidente de la Cámara de Comercio de Lanzarote y La Graciosa, José Torres Fuentes, considera que ha llegado el momento de poner sobre la mesa esta cuestión. “Hablar de cifras y limitar la capacidad de carga del territorio, es fundamental para salvaguardar el bienestar y la calidad de vida”, asegura. “En nuestro pasado está la reducción de reservas de suelo turístico del Plan insular de 1973 al PIOT de 1991. Ahora toca hablar del equilibrio de la población vinculada”.
Formación, innovación, digitalización
Para conseguirlo hay que empezar por garantizar un ecosistema formativo que dé respuesta a las necesidades actuales, capaz de asegurar un emprendimiento innovador y un tejido empresarial digitalizado. Hay que poner en valor las áreas que dominamos para exportar ese conocimiento al exterior: desarrollo y gestión turística sostenible, operativa de marinas deportivas y enoturismo, entre otras.
Afrontamos un reto que debe estar sostenido por un compromiso político, empresarial y social, de todos y para todos. Un camino marcado por la Responsabilidad Social de las Empresas, en el marco de los ODS, hacia un modelo de éxito.
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